lunes, 2 de junio de 2014

Solo Una Pelicula

Llevaba casi dos horas caminando por la carretera, su auto se había quedado sin gasolina varios kilómetros atrás y cargando aquel bidón decidió ir a buscar combustible. Tras caminar tanto, al fin logró divisar a lo lejos aquella vieja y pequeña estación de servicio con una maltrecha y parpadeante luminaria que anunciaba “TEXACO”, y supo entonces que su recorrido al fin había terminado. Al ver la bomba dispensadora asumió que nadie había cargado combustible ahí en mucho tiempo, y aquello lo desalentó un poco, pero aun así decidió entrar al lugar. Abrió el mosquitero y entró a la vieja estación; un asqueroso hedor impregnaba el ambiente y una vieja radio tocaba a Alan Jackson a volumen bajo. Pudo identificar la fuente del putrefacto aroma cuando miró frente a él varios pedazos de carne podrida colgados en ganchos por todos lados. Esto casi lo hizo vomitar, pero se distrajo cuando escuchó una voz detrás de él. —¿Necesita algo? Al voltearse pudo ver a un anciano con el ceño fruncido y facha de pocos amigos. —Sí, gracias, quisiera cargar un poco de gasolina. —Bien, los barriles están atrás, la bomba no funciona así que debemos cargar en la bodega —dijo el viejo. Entraron a la vieja bodega, que más bien parecía un granero, y comenzaron a llenar el bidón de gasolina. —Ya no viene mucha gente por acá. —Bueno, es que este pueblo tiene mala reputación. —Sé a qué se refiere, esa maldita película nos destruyó por completo. Si la gente no se detenía antes, ahora ni siquiera pasan por esta carretera. —Bueno, usted parece una persona amable, le diré a mis amigos que pueden detenerse a cargar combustible aquí y quizás comer algo. —Eso suena bien, gracias por darle ánimos a un viejo como yo. —No es nada, simplemente hace falta un poco de sentido común para saber que era sólo una película y que nada de eso fue verdad. —Y ¿cuándo dije que no era verdad? Una risa nerviosa salió de su boca, mientras que el viejo lo miraba con los ojos más psicópatas que había visto. —Parece que le gusta asustar a los turistas, ¿no? —dijo nervioso. Pero de inmediato supuso que no era ninguna broma cuando escuchó el sonido de un motor encendiéndose, y se enteró de que la película no mentía cuando al darse la vuelta reconoció a Cara de Cuero acercándose con una motosierra en las manos.

miércoles, 21 de mayo de 2014

El taxista

Estaba recostado, mirando la televisión, cambiando con aburrimiento los canales, y cuando por fin me cansé, dejé el noticiario.Yo siempre de alguna manera me entretenía mirando aquel canal, pero hoy no me atraía para nada, hasta que.. El reportero que conducía a tales horas nocturnas, presente frente a la cámara, cambió su expresión y se puso serio.Cuando comenzó a hablar lo dijo en tal tono que hacía preocupar, éste dijo “A último momento, aún no se ha capturado al taxista asesino del barrio ********.Se encontró un cadáver en el asiento trasero del coche, la muchacha no presentaba más de 18 años, al estar sorprendente sola, ésta chica cometió el error de tomar un taxi nocturno. Los policías pudieron reconocer su celular, y al registrar una llamada que decía: “Cariño, hay algo extraño con el taxista..”Luego de eso, no se pudo oír nada más.” Es todo lo que pudo decir, se despidió y la cámara se alejo de él más rápido de lo normal, y ahí terminó la programación.Suspiré unos momentos y comencé a pensar, hasta que el sonido de mi celular me resaltó.. Contesté, era mi novia, sólo pude hablar con ella unos instantes, se me resbaló el teléfono de la mano cuando ella me dijo:” Cariño?Hay algo raro en este taxista..”

domingo, 4 de mayo de 2014

Primer beso.

Soy una chica tranquila, siempre lo he sido, nunca he tenido problemas con nadie-que yo recuerde- tengo algunas amigas, no me junto mucho con los hombres, tal vez esa es una de las causas por la cual nunca he tenido novio… ni tampoco he dado un beso. En mis 15 años de vida no he salido a muchas fiestas… se puede decir que nunca he hecho alguna locura, siempre que sentía ése especie de impulso para hacer alguna maldad, por muy pequeña que fuera me la reprimía “no, está mal, no debo hacerlo” me decía a mí misma, así calmaba mi adrenalina la que sentía que poco a poco se acumulaba en mi interior, sabiendo que algún día explotaría. Siempre a principio de año me empezaba a gustar un niño, lo miraba de lejos pero él nunca se fijaba en mí, así pasaba todos los años y en todos me gustaba alguien diferente esperando a que este sí se fijara en mí. Cierto año comencé a fijarme en un chico, lo conocí a principio de año, era el amigo de una amiga de otro curso, con el tiempo comenzamos a hablar nos volvimos amigos-mi primer amigo hombre cercano- lo empecé a conocer mejor y me comenzó a gustar. Me tenía confianza, era muy simpático y muy tierno conmigo, incluso prefería pasar recreos conmigo que con sus amigos, lo que me hizo pensar que yo también le podía gustar-¡Por fin! ¡Por fin alguien que me gustaba se fijaba en mi!- pero no había nada confirmado. Una vez me confesó que nunca había tenido novia y que tampoco había dado un beso, me conmovió por que sentía lo mismo que yo. A final de año pasábamos mucho tiempo juntos, me gustaba mucho pero aun no me atrevía a decírselo, aunque la mayoría ya se había dado cuenta… menos él. Una vez estábamos conversando por facebook –era la última semana de colegio y yo estaba desesperada pensando como decírselo- y de la nada me escribió “eres linda”, entonces le escribí de vuelta “gracias, tu también” y él me respondió “en serio? xD” y entonces le conteste “sí, me gustas” era la única forma de declararme, en persona no me hubiera atrevido, “tú también me gustas” me contesto, mi corazón comenzó a latir muy fuerte y sentí que una alegría desbordante se apoderaba de mi, quería saltar de alegría… pero no… me calme me controle y solo me digne a sonreír-aun estando sola en mi habitación- no imaginaba como lo haría mañana, como podría verlo a la cara, como controlaría mi impulso por correr abrazarlo y besarlo, sabía que si lo hacía me verían raro, pero si no ¿Qué creería él?. Al día siguiente lo mire de lejos y él se acerco a mi sonriendo-yo tampoco pude evitar hacerlo- me llevo a un rincón algo mas privado y dijo que le confirmara en persona lo que el día anterior le había confesado por Internet, lo hice y el también lo confirmo, lo mire, quería besarlo pero me daba miedo, no sé por qué, no por mi sino por él, era una sensación extraña y no muy agradable pero la ignore. Durante los últimos días de clases pasábamos de la mano, aun no nos besábamos, decidimos juntarnos un día cuando saliéramos por fin de clases. Ese día llegue, nos encontramos, caminamos un rato de la mano hasta llegar a una plaza alejada donde casi no circulaba gente, nos sentamos en el pasto, nos abrazamos y conversamos un rato. Hasta que en un momento ambos quedamos en silencio y nos miramos ¡Me robo un beso! Un corto beso que me llevo a robarle yo uno, y otro, y otro, y otro más, era la sensación más rica que había sentido en toda mi vida, no quería parar de besarle, de apretar sus labios con mi boca, sus jugosos y carnosos labios. Sentí esa adrenalina, la que siempre había sentido, que aparecía cada vez que quería hacer algo malo, pero esta vez no pude reprimirla y se apodero de mí, todos estos años guardándola en mi interior provocaron que explotara en algo mortal. No pude detenerme, él trato de alejarme, lo estaba dejando sin aire, sin poder respirar, cada vez apretaba mas sus labios, los mordía fuerte, eran tan deliciosos, sentía que quería comerme sus boca, mordí tan fuerte sus labios que llegaron a sangrar y él trato de gritar y de empujarme pero no pudo, mi adrenalina era tal que lo tenía atrapado entre mis brazos, abrazado entre mis garras, esa sangre de sus labios me éxito más, lo mordí más fuerte, desgarre la carne de sus labios , esos exquisitos labios, los mastique sabrosamente mientras él gemía terriblemente de dolor, moviendo su lengua desesperada mente tratando de lograr concebir un palabra”¡Suéltame!”, la mordí fuertemente y se la extirpe de su boca, chorreaba la sangre de su garganta a la vez que un último grito desgarrador salía de ella, era tan deliciosa, húmeda y carnosa, su sangre brotando de la carne colgante de su boca muerta, estaba tibia aun, la bebí, la mordí para beber más de la sangre de quien por fin se había fijado en mi, era tan delicioso sentir su sangre desbordante en mi boca, boca chorreada de la sangre de quien tanto me había gustado… ¡Por fin! ¡Por fin había dado mi primer beso!

domingo, 20 de abril de 2014

Por favor, abre la puerta

Han pasado tres años desde aquella noche. Yo no debí haber estado ahí, ellos lo sabían. Ese día salí muy temprano a la casa de un amigo, sus padres no estarían y tenía un nuevo videojuego de terror; pasaríamos toda la noche jugando. Ellos lo sabían, yo no debí haber estado ahí esa noche, mi amigo debió estar solo. Ellos lo habían observado por días como hacen siempre y sabían que esa noche estaría solo. Desde el momento en que lo eligieron, no había marcha atrás. Pero tal vez quieras saber quiénes son ellos. Bueno, la verdad… aún no estoy seguro, sigo sin asimilar lo que pasó aquella noche; pero te contaré lo que hasta ahora sé, para que tengas cuidado. Ellos se encuentran en todas partes, en ningún lugar estás exento de ser su víctima. Eligen a una persona, no sé bien cómo o en qué características se basan, pero una vez que te eligen no cambiarán de opinión: te vigilan, te estudian y estudian a todas las personas que conoces. Día tras día te observan cuidadosamente sin que tú te percates de su presencia. Y esperan la noche en que su víctima esté sola, es en ese momento cuando todo empieza. Aquel día llegué alrededor de las 8:00 p.m. a su casa. Sus padres habían salido desde temprano y él había preparado todo lo necesario para pasar jugando toda la noche. Al día siguiente no habría clases, así que yo regresaría a mi casa por la mañana. Pasamos un buen rato jugando, el tiempo pasó tan pronto que cuando nos dimos cuenta ya era la una de la madrugada. Nos habíamos llevado algunos sustos con el juego, así que comenzamos a hacer bromas con la situación; ahí fue cuando todo se puso raro. Empezamos a escuchar ruidos extraños afuera de la habitación, que al principio pensábamos que no era nada importante, e hicimos algunos chistes en relación a lo que jugábamos. “Deben ser los zombis”, nosotros sólo reíamos. Pero nos comenzamos a poner tensos cuando el sonido se oía más claro: eran pisadas, se escuchaban pisadas por todo el pasillo de afuera. —¿Crees que tus padres hayan regresado? —le pregunté, a lo que él respondió que sus padres regresarían hasta el día siguiente, por la tarde. Además, el número de pasos que se escuchaban eran demasiados como para ser sólo sus padres. De pronto, luego de oír todos esos pasos acercándose cada vez más a la puerta, hubo un profundo silencio. —¿Hay alguien afuera?… ¿Quién está ahí? —comenzamos a preguntar, nerviosos. Estábamos seguros de que había alguien afuera, pero esos sonidos… ¿quién podría ser? En la habitación en la que estábamos había una computadora que mi amigo había encendido desde que comenzamos a jugar, era una costumbre suya. Se escuchó un sonido que provenía de ella, un sonido familiar, pero que por el miedo que teníamos en ese momento nos provocó una reacción de sobresalto a ambos. Era sólo un correo electrónico que le había llegado, pues también había dejado la ventana de su correo abierta. Ver esto nos dio algo de sosiego, y hasta reímos un poco; sin embargo, la tensión volvió a nosotros al notar que la dirección de quien lo enviaba era irreconocible, una combinación aleatoria de números y letras. Dudamos abrirlo, pero mi amigo decidió hacerlo. Quedamos completamente paralizados tras leer lo que decía el correo: ”Pase lo que pase, no abras la puerta”. Con tan sólo leer esas palabras, una sensación completamente rara invadió mi corazón. En ese momento realmente sentía pánico, pero el mensaje decía más. ”Ellos están afuera. Por favor, hagas lo que hagas, escuches lo que escuches, no abras la puerta. Intentarán convencerte de que lo hagas, tienen muchos métodos; pueden fingir ser alguien que conoces, un familiar, un amigo, y sus voces sonarán igual. Tal vez te pidan ayuda, te dirán que están lastimados, te suplicarán que abras la puerta. Pero escuches lo que escuches esta noche, no abras. Trata de ignorarlos, trata de dormir, mañana todo estará bien. Ellos jugarán con tu mente; no lo permitas. Por favor, créeme, ¡no abras la puerta!”. Cuando terminamos de leer yo no sabía qué pensar. Tal vez era una broma tonta de alguien, tal vez incluso era mi amigo quien me jugaba una broma… pero él tenia esa expresión, estaba tan asustado como yo, lo pude sentir. Ahora sabíamos que había alguien ahí afuera, tras la puerta. De pronto, llegó el momento más aterrador que nos pudimos esperar; en ese instante un escalofrió recorrió todo mi cuerpo y me dejó paralizado. Una voz se escuchó, provenía de atrás de la puerta. Mi amigo estaba seguro y yo lo puedo corroborar: la voz era la de su madre. —Hijo por favor ábreme, tu padre y yo tuvimos un accidente en el auto, estamos muy lastimados… por favor, abre, ayúdanos. —Al escuchar esto mi amigo sólo retrocedió un paso. Aún puedo recordar esa expresión en su rostro, estaba en shock. Estoy seguro de que ninguno de los dos lo creíamos ni sabíamos qué hacer. —Hijo por favor, abre, ¿qué esperas? Necesitamos tu ayuda… —Sin lugar a dudas, ésa era la voz de su padre. Eran las voces moribundas de sus padres tras la puerta, clamando por ayuda. Mi amigo y yo permanecimos sin reacción por algunos segundos, después él se volteó lentamente, y me dijo: —Esos realmente son mis padres. Necesitan ayuda, abriré la puerta. Se propuso dirigirse hacia la puerta, pero lo detuve. —Recuerda el correo, lo que nos dijo que pasaría, ¿no se te hace extraño?, ¿qué tal si es verdad y ellos no son tus padres? —Él lo único que hizo fue hacer que lo soltara. “No digas tonterías”, me dijo. “Tú los escuchaste, ésas eran las voces de mis padres. El correo debe de ser una estúpida coincidencia”. Se dirigió a la puerta sin que pudiera hacer nada. La verdad, no sé qué me hizo hacerlo, pudo ser el miedo que me invadía… pero al verlo dirigirse a la puerta, lo único que pensé fue correr hacia el armario en donde mi amigo guardaba algunas de sus cosas y esconderme ahí. No sabía lo que pasaría, pero en verdad tenía miedo. Lo que escuché a continuación aún no lo olvido, y hasta el día de hoy tengo pesadillas con ello. Él abrió la puerta, y después sólo pude escuchar sus gritos. Eran unos gritos desgarrantes, llenos de dolor y terror; yo no pude hacer nada más que permanecer inmóvil, hasta que después de unas horas me quedé dormido. Al despertar por la mañana, me extrañó ver el lugar en que me encontraba, y luego lo recordé todo. Salí del armario y en la habitación no había nadie. Noté de inmediato que ya era de día y que la puerta estaba abierta, así que decidí salir. Busqué por toda la casa esperando encontrarlo y que me dijera que todo había sido una broma, pero mi amigo no estaba. En la tarde llegaron sus padres y les conté lo sucedido, llamaron a la policía y lo buscaron por días, pero él nunca apareció. El correo que le había llegado esa noche también desapareció, y para ser honesto creo que nadie creyó nada de lo que les había contado. Aunque… no importa que nadie me creyera, yo sé lo que pasó esa noche y sé que ellos estaban ahí afuera. También sé que no debí haber estado ahí, que no debería saber que ellos existen. Aún no sé por qué lo hacen, creo que sólo tratan de divertirse con las personas, con su pánico… alguna especie de juego. Cada día lo analizo y trato de aprender más de ellos; sé que sólo llegan en la noche y que pueden imitar cualquier voz, que si no abres la puerta se irán y también creo que siempre recibirás ese extraño mensaje de advertencia, debe ser parte de su macabro juego. No debí estar ahí ese día, y no debería saber que ellos existen. Sé que algún día regresaran por mí, pero pase lo que pase, no abriré la puerta. + Por favor, abre la puerta | Creepypasta en español http://creepypastas.com/por-favor-abre-la-puerta.html#ixzz2zSWDEn8z Follow us: @Creepypastas on Twitter | Creepypastas on Facebook

miércoles, 16 de abril de 2014

Hola, mi nombre es Sara.

Estaba sola en mi casa, como de costumbre. Recién llegaba de la escuela, almorce, me sente a ver tv por un rato, todo normal, así que decidí sentarme por un momento en el pc para postear una nueva entrada en mi blog, todo normal, revise mi blog, pero esta ves aparte de varios G+ habia un comentario una de estas entradas decía "Hola, mi nombre es Sara.",sobra decir que yo tambien me llamo Sara,se me hizo demaciado extraño, y me dio algo de temor, no comento nada sobre el tema de la entrada solo eso. No preste mucha atención. La mañana siguiente (sabado) entre de nuevo a mirar mi blog, pero en mi cuenta de google aparecia "Sara te a añadido a tus círculos", así que procedi a ver su perfil, aparecia una foto muy extraña, donde se veia una niña de espaldas con una bata puesta en frente de un espejo, pero no se veia su cara, eso fue lo más extraño. No dormí pensando en quien podía ser ella, se que para muchos es normal que te agregues y esas cosas, pero ¿porque comento eso? ¿que quería de mi?, no se, pero pronto lo descubriria. Empece a investigar de donde podria ser aquella niña, no pude hallar mucha información, solo logre llegar a saber que ella tenia 14 años al igual que yo. Pasaron los días y ya habia posteado un par de historias y creepys en mi blog, y de nuevo, en uno de ellos estaba un comentario "Hola, mi nombre es Sara", sentí un frió inmenso por todo mi cuerpo en ese momento, sabia que no era solo una broma, algo serio pasaba con esa niña. Al otro día tenia un email en mi cuenta de google, era de ella, senti curiosidad y a la ves temor de lo que pudiera contener aquel mensaje, pero lo abri, no contenía nada más que una dirección, todo era muy extraño, pero queria saber donde quedaba el lugar de esa dirección, así que investigue. Pasaron los días, hasta que por fin pude saber de que lugar era la dirección, era de una casa grande,queda a unas cuadras de la mía, pero no estaba habitada, estaba solo las ruinas de aquella casa, la historia de esta decia que una familia muy alegre y conocida por todo el barrio, todos se llevaban muy bien con esta gente. Un día, la hija mayor de aquella familia llego de su entrenamiento, no habia nadie en casa, tambien tenia un blog, posteo unos cuantos creepys y luego se acosto un rato para descansar. Ocurrio una fuga de gas mientras ella dormía, no lo noto, su casa empezo a incendiarce, ella desperto pero ya era tarde, su cama estaba rodeada de fuego, murió, hace 4 años. Encontre una foto de ella, estoy aterrada, acabo de descubrir algo. Yo, soy Sara.

martes, 15 de abril de 2014

Yo soy el reflejo de Thomas. Cada mañana, Thomas se levanta y entra en el cuarto de baño. …Y hace muecas. Estoy tan cansado de las muecas. Las hace por lo menos durante media hora. Muecas burlonas, ridículas. No tengo más remedio que imitar todas sus acciones, aunque por dentro estoy hirviendo de ira. Él hace esto todos los días… bueno, lo hacía. Una mañana se despertó como de costumbre, y entró en el cuarto de baño. Esa mañana, involuntariamente, cogió unas tijeras. Esa mañana, involuntariamente, apretó fuertemente las tijeras y las alzó. …Esa mañana, totalmente en contra de su voluntad, Thomas se clavó con fuerza las tijeras directamente en su ojo derecho. Thomas gritó y gritó. Yo gritaba y gritaba, con una diferencia. Yo no puedo imitar su dolor. Sólo su rostro.

lunes, 7 de abril de 2014

Otro creepy para tu facebook.

Este es el caso de Diego Gomez Claus. Según los antecedentes sucedió en el recién pasado mes de diciembre (año 2011). Durante una tarde de aquel mes este muchacho sorpresivamente le envió un mensaje a través del chat de facebook a uno de sus mejores amigos de la escuela de nombre Sebastian (digo sorpresivamente porque aquel día Diego no había ido a la escuela y Sebastián no esperaba encontrarlo conectado a Internet en la tarde), el mensaje decía “ven a verme“. Sebastían le saludó a través del chat y le preguntó que le pasaba, pasaron 5 minutos, luego 10, luego veinte y no hubo respuesta. Finalmente el muchacho movido por la curiosidad y por la extrañeza de que Diego no contestara, salió de su casa y fue en bicicleta a casa de Diego para ver que sucedía, ambos no vivian a más de 15 cuadras de distancia el uno del otro. Sebastián llegó a casa de su amigo, la reja del antejardín estaba sin llave como era de costumbre, entró y quiso llamar a la puerta y ahí se dio cuenta de que esta permanecía solo entreabierta. El chico entró con cautela, y la imagen que vio jamás creo la podrá sacar de su mente, allí en la sala se encontraban 3 cuerpos colgados (el de Diego y sus dos padres) los tres muertos ahorcados. La policía cuando llegó comprobó que alguien había salido anteriormente por la puerta de la cocina, presuntamente el asesino. La teoría del suicidio grupal fue desechada solo por el testimonio de los testigos cercanos a la familia quienes no aceptaban que se les atribuyera semejante acto, pues eran una familia muy feliz sin ninguna clase de problemas. Si fue un asesino… ¿como logró someter a las 3 víctimas?, ¿porque las ahorcó?, ¿porque no robo nada de la casa? Todas esas interrogantes continúan hoy siendo parte de la investigación. Sebastián en cambio, no se explica cuando o en que momento fue que su amigo le escribió por facebook el mensaje “ven a verme“. Pasaron alrededor de 40 minutos entre el mensaje y la llegada de Sebastián a la casa de Diego, tiempo suficiente quizás para ahorcarse, pero ¿porqué motivo?, el notebook que utilizaba la familia se encontraba apagado según los peritajes hechos por la policía. ¿escribió el mensaje y luego fue a ahorcarse?, ¿estaba conectado a Internet justo en el momento en que un asesino entró a la casa, y luego el criminal apagó el notebook y no se lo robó?, ¿porqué justo Diego había faltado a clases aquel día? Son muchas las interrogantes y quizás esta historia no sería mas que un singular suceso policial si no fuera porque a los tres días después de esto, Sofía (una amiga en común de ambos chicos) vio a Diego Gomez Claus conectado en Facebook, ya saben, con el circulito verde junto al nombre. Fue una visión fugaz y se lo comentó a todos los compañeros de clases en la escuela al cuarto día, luego sin explicación aparente, Sofía falleció en el quinto día en su casa producto de un ataque al corazón. A partir de aquel trágico incidente la historia se convirtió en una suerte de Creepypasta…. si ves al usuario Diego Gomez Claus conectado al facebook, en tan solo 24 horas te acontecerá la desgracia.

jueves, 20 de marzo de 2014

En el salto del tequendama:


No muy lejos de aquel abismo, de aquel hotel, de aquellas historias terroríficas, y de tantos "fantasmas" que se encontraban en el Salto del Tequendama yo estaba en una finca que pertenecía a mi abuela, no habían muchas cosas interesantes que hacer allí, muy aburrida decidí junto con mi primo buscar algo entretenido para hacer, así que decidimos subir a aquel lugar del que muchos comentaban suicidios y cosas paranormales solo por diversión.
Cuando llegamos hasta lugar eran eso de las 5:00 pm, inspeccionamos un poco el abismo, empezamos a pensar que si las personas que llegaban a este lugar y resultaban muertas era porque este lugar era muy engañoso, si pisas mal, mueres. Después de jugar un buen rato con mi primo en este ligar decidimos entrar a la gran mansión del Tequendama, entramos sin problema, con un poco de miedo en mis venas y un poco de luz que quedaba antes de que llegara la noche.
No vimos nada interesante, subimos unas grandes escaleras, solo había polvo y suciedad, no entendía cual era el gran temor de todas las personas al entrar en este lugar, pero de un momento a otro escuchamos un gran golpe que provenía de el primer piso,ambos corrimos a ver que sucedía, la puerta se había cerrado, nos quedamos atrapados. Después de dos horas o mas de pedir ayuda, nadie llego, así que sin nada mas que hacer decidimos dormir mientras después pensábamos como salir o esperar a el otro día.
Cuando desperté mi primo no estaba, con mucho temor dentro de mi fui a buscarlo, recorrí cada rincón de esa temorifica mansión y no lo encontré hasta que escuche un ruido que provenía de uno de los cuartos de allí, corrí, pensé que era mi primo, y efectivamente, era el, pero estaba tirado en el suelo lleno de sangre, con una niña al lado de el que solo me miraba y sostenía un carro de juguete azul en su mano.
Rápidamente salí corriendo de allí buscando salir de aquella casa, intente abrir la puerta varias veces pero no funciono así que con el desespero mas grande agarre una silla que había allí y la tire contra una ventana y logre escapar por allí. Llena de miedo y tristeza, llegue a la finca de mi abuela donde se encontraban mis papas y mi abuela preocupados por mi, no sabia que decirles, como explicarles que mi primo estaba muerto en esa horrible mansión. Pero pocos minutos después mi primo salio jugando con el pequeño carro azul que tenia la niña que vi en el Tequendama, se acerco a mi y me pregunto "¿Esa muñeca que tienes en tu mano también te la obsequio ella?", yo jamas tuve una muñeca en mis manos, pero en ese momento supe que estaba equivocada, yo jamas salí de esa casa.

lunes, 17 de marzo de 2014


Mi mejor amiga

Quizás han escuchado muchas historias de terror antes, o visto películas, cosas realmente traumanticas, algunas mejores que otras, les debo confesar que mi gran trauma era, y aun lo es el la pequeña niña del aro, esa que sale por tu televisor y te mata.
Muchas noches vigilaba que de mi televisor no saliera, con el tiempo deje el trauma, ya no era la misma niña tonta que se asustaba por esas cosas, pero un día cambie de opinión, o mejor dicho, alguien hizo que cambiara, ya no era la pequeña Samantha la que me aterrizaba, ahora era mi mejor amiga.
La noche que me quede sola en casa, con mi mascota porque mis papas estaban en el hospital acompañando mi hermano que estaba enfermo, yo, como siempre, estaba en el computador buscando entretenerme, llame a mi mejor amiga por teléfono, hablamos demasiado tiempo , hasta que ella me dijo "¿que es lo que suena hace 30 minutos?", yo no escuche nada durante ese tiempo, le respondí que no escuchaba nada, que debía ser en la casa de ella. Seguimos hablando un largo rato, ella de nuevo pregunto "En serio, ¿que es lo que suena allá? aquí no es nada y no alucino, tienes que mirar que es, tal ves no lo escuchas tu pero yo si". Me dirigí a la sala, no encontré nada extraño, solo que mi perro no estaba, después, en la habitación de mis padres vi a mi perro concentrado mirando el televisor fijamente, el cual estaba apagado, mi mejor amiga me dijo que eso era muy extraño, pues ella había leído que si un animal se concentra por mucho tiempo en un objeto en especifico es una mala señal, me dijo que dejara a mi perro encerrado y que me fuera de allí. A los pocos minutos escuche un gran golpe que venia de la habitación de mis padres, sonó como si hubieran golpeado el televisor.
Me di la vuelta para asegurarme de que no había nada allí, pero estaba mi perro el cual yo había encerrado en la habitación de mis padres. Abrí la puerta y no había nada en la habitación, no sabia que pudo haber causado el ruido, estaba alucinando pensé.
Le dije a mi mejor amiga que me acostaría un rato en la habitación de mis padres para descansar pero que seguiría hablando con ella, me acosté en la cama de mis padres, sentí que algo rojo me callo encima, mire hacia arriba ... Oye, amiga ¿Que haces colgada en el techo?.

Ciudad Sin Luz



¿Hay alguien en tu vida que odies? ¿Alguien por quien darías cualquier cosa para hacerle daño, por quien pagarías cualquier precio a cambio de venganza? Si es así, quizá deberías considerar ir a la Ciudad Sin Luz.
Debes saber que lo que pasa en esta ciudad es inusual, como dice su nombre, no hay ni una gota de luz, ya que allí esta oculto el odio de muchas personas que han visitado esta ciudad para vengarse, solo te preguntare una cosa ¿Estas seguro de que quieres ir a esta cuidad?.

Para ir ahí, ve a cualquier ciudad relativamente grande y busca un callejón abandonado por la noche. Entra en él, y cierra tus ojos lo más fuerte que puedas. Di en voz baja «Ciudad Sin Luz» y concéntrate en la oscuridad. Probablemente has notado que ves colores difuminados y figuras abstractas si enfocas tu vista cuando tienes los ojos cerrados; observa esas imágenes. Luego de unos minutos, deberían empezar a volverse más claras y brillantes.
Cuando esto ocurra, irán tomando formas concretas: imágenes de asesinatos violentos, animales deformados y semejantes. No importa lo que veas, mantén tus ojos cerrados. Comenzarás a perder la noción del tiempo, pero eventualmente las imágenes se detendrán y sólo verás oscuridad absoluta, nada más que un tono negro profundo, sin otros colores ni formas. Cuando estés seguro de que has alcanzado este punto, abre tus ojos.
Ahora te encontrarás en una ciudad bastante oscura, no habrá una sola luz o estrella en el cielo. Deberías poder ver las siluetas azul oscuro de los edificios a tu alrededor. Sal del callejón y camina tan silenciosamente como te sea posible por la acera, sin ir en ninguna dirección en particular.
Si escuchas algún movimiento, aléjate tan rápido como puedas del ruido. En la Ciudad Sin Luz habitan animales. Estará muy oscuro como para distinguir bien sus rasgos, pero son del tamaño de los grandes felinos y matarán a cualquier humano que atrapen. Sigue caminando hasta que llegues a un área con edificios más pequeños; el límite de la ciudad.
Te encontrarás con un niño, cuyo rostro emitirá un débil brillo, permitiéndote ver que no tiene ojos.
Te preguntará, «¿Compartirás tu luz conmigo?».
Di que sí, y el niño acercará sus manos a tu rostro y te sacará tu ojo derecho. Será doloroso, pero esto no te dejará ningún tipo de herida ni sangrarás. Luego te dará las gracias y se irá. Sigue caminando, y un hombre alto aparecerá frente a ti.
«¿La luz de quién deseas tomar?».
Di el nombre de la persona que odias, y tan pronto lo hagas esa persona quedará completa y permanentemente ciega.
«¿Tu odio ha sido satisfecho?», te preguntará el hombre. Si es el caso, di que sí, y despertarás en el callejón. Si la respuesta es negativa, di que no, y el hombre desaparecerá. Sigue caminando. Te encontrarás con otro niño sin ojos.
«¿Compartirás tu luz conmigo?».
Di que sí y te sacará tu ojo izquierdo, dejándote ciego. Sigue caminando y el hombre alto se te aparecerá de nuevo, aunque por supuesto ahora tendrás que depender del sonido de su voz.
«¿La vida de quién deseas que la oscuridad reclame?».
Di el nombre de la persona que odias, y esa persona morirá. No se te preguntará si tu odio ha sido satisfecho esta vez, y no serás capaz de volver al callejón. Te advertí que te aseguraras de que realmente odiabas a alguien antes de hacer esto, porque pasarás el resto de tu vida vagando por la Ciudad Sin Luz, ciego, con sólo tu odio para reconfortarte.
Para algunas personas, eso es suficiente.


lunes, 10 de marzo de 2014

LA VERDADERA HISTORIA DEL GRITO (LA MALDICION), NO TODOS LA CONOCEN...

Kayako Saeki es una joven japonesa, infelizmente casada con Takeo Saeki, que empieza a obsesionarse con Peter Kirk, un profesor estadounidense que trabaja en Japón, por lo que relata sus fantasías y deseos por él en su diario personal además de enviarle continuas cartas de amor sin que Peter sepa de quién se trata. Una noche, Kayako regresa a casa, entra en su dormitorio en el piso superior y encuentra a su marido leyendo su diario personal. Él la mira furiosamente y deja caer el diario en el suelo, camina hacia ella, la carga rasgando sus ropas y la empuja contra la pared. Aunque Kayako intenta liberarse y grita, Takeo la empuja al piso (quebrándole el tobillo en el proceso), golpeando las paredes mientras vocifera y grita. Kayako gatea bajo las escaleras, pero Takeo la toma de la parte inferior de su cuerpo y le fractura el cuello, casi matándola, mientras ella emite un sonido croante. Takeo toma por el cabello a su esposa, arrastrándola hasta el armario de Toshio, donde finalmente muere. Después de esto, Takeo asesina a Toshio (quien había atestiguado todo), el hijo de ambos, ahogándolo junto con su gato. Al ver lo que había hecho, Takeo, desesperado, se cuelga en su habitación, aunque una de las versiones japonesas muestra que lo ahorcó el mismo cabello de Kayako.
Estos asesinatos fueron los causantes de ola ahora película llamada "el grito" o "la maldición", ahora que sabes esto, cuídate de cualquier persona que se te acerque, no todas pueden ser como lo aparentan, ¿o te gustaría acompañar a Kayako Saeki en la pena de su muerte.?
PIÉNSALO.


Un creepipasta reflectivo sobre la red social omegle:

Seguramente todos habréis oído acerca de Omegle: Talk to Strangers. Esa página en donde te conectan aleatoria mente con alguien del mundo y, sin saber nada de él o ella, comienzas una conversación.
El caso es que llevo mucho tiempo en dicha página, encontrándome con lo típico: el que viene y pone “asl” (Age, Sex, Location, la página es en inglés). Como ya estoy harto de contestar a eso, simplemente los trolleo un poco y me desconecto.
Hasta que un día pasó algo distinto. MUY distinto.
Se conectó un Strange y yo ya estaba esperando el asl, cuando coge y pone (la conversación estaba en inglés, pero os la traduzco al español):
Stranger: Hola (3)
Yo pensé, “¿Un 3? ¿Por qué un 3?”, pero el tío o tía no había soltado el infam
e asl, así que le respondí. Luego la cosa fue más o menos así:
You (éste soy yo): Hola
Stranger: Cómo estás? (3)
You: Por qué pones el (3)?
Stranger: Cómo estás? (2)
You: No vas a responderme?
Stranger: Cómo estás? (1)
Ahí ya entendí que era una cuenta regresiva, así que para seguirle el juego, le contesté. La pregunta no volvió a repetirse, simplemente me preguntó por el clima, con el “(3)” detrás de la pregunta, como siempre.
La conversación fue avanzando y al final parecía algo más normal. Seguía poniendo “(3)” detrás de las preguntas y bajaba a “(2)” si no contestaba a la primera, pero al final no me importó.
Tras un buen rato conversando, le dije que me tenía que ir, y que había sido un placer hablar con él o ella (sí, para un@ que encuentro sin el asl, se agradece).
Su respuesta fue lo que me pareció raro:
Stranger: Que tengas un buen día. Puedes mirar detrás de ti.
Y se desconectó.
Al día siguiente se lo conté a un amigo, al cual le fascinan estas cosas raras, y se puso todo emocionado por querer probar lo que pasaría si se quedaba sin números en la cuenta regresiva. Yo sabía que las probabilidades de volver a ver a esa persona serían muy pocas, pero aun así mi amigo insistió en venir a mi casa e intentarlo.
Una vez frente al ordenador, mi amigo se puso al mando del teclado. Entramos en Omegle y comenzó a ir comprobando a la gente, estilo “si preguntan asl, fuera, si dicen hola y nada más, fuera”.
Pasaron muchos conectarse y desconectarse, y al final comencé a aburrirme, hasta que finalmente, y para mi sorpresa, apareció.
Stranger: Hola (3)
Mi amigo, eufórico, comenzó a hablar con él. No dejaba que el número decayera, por alguna razón lo ponía a prueba, hasta que se cansó, y en una pregunta no respondió.
Stranger: Y qué haces para pasar el rato? (3)
Mi amigo no contestó, esperó pacientemente.
Stranger: Y qué haces para pasar el rato? (2)
Nada. Comenzaba a ponerme nervioso. Yo no había dejado que la cuenta regresiva llegara a cero y había recibido aquel mensaje final. A saber qué recibiría mi amigo.
Stranger: Y qué haces para pasar el rato? (1)
Estuve a punto de escribirle para responderle, pero mi amigo me cogió de las manos y, medio arrastrándome, me dejó sobre la cama, diciendo que me quedase quieto, que sólo era una chorrada de internet y que me estaba afectando demasiado.
Me quedé en el sitio en donde él me dejó, sin saber por qué sentía tanta ansiedad. Aunque estaba en mi cama, aún podía ver perfectamente la conversación. El extraño habló de nuevo, su última frase:
Stranger: …que tengas…un buen…día…No mires…detrás de ti…
Y acto seguido se desconectó. Mi amigo se rió ahí mismo, y me miró. Me puso cara de “¿Y por esta tontería estás asustado?”. Iba a replicarle, cuando algo tocó mi cabeza, algo como una mano fría y grande. No miré hacia atrás, más que nada porque la mano sujetaba firmemente mi cabeza; pero pude ver en la expresión de mi amigo una pista de lo que sucedía.
Mi amigo había volteado hacia atrás para verme, y fuera lo que fuese que estaba viendo, no me dejaba mirarle.
Lo siguiente que sentí fue como si me adormilara, y caí dormido.
Lo siguiente que vi fue el techo blanco de mi habitación  en el hospital. Al parecer mi madre nos estuvo llamando tras aquello, y como no respondíamos, fue a vernos y nos encontró a ambos inconscientes… bueno, al menos yo estaba inconsciente.
No quieren decirme qué le ha pasado a mi amigo, simplemente me dicen que no puedo ir a verle. Pero por alguna extraña razón, no me importa.
Como me toca quedarme un par de días por si acaso, le he pedido a mi madre mi portátil. Me la ha traído hoy mismo, y en el hospital hay internet inalámbrico.
Entro en Omegle y me encuentro con un extraño. No sé por qué, hacer esto está muy bien. En realidad, noto que hay algo distinto en mí.
Stranger: Asl?
Sonrío. Mis dedos escriben solos.
You: Hola (3)
Asegúrate de responderme a tiempo…
Que tengas un buen día…