jueves, 20 de marzo de 2014

En el salto del tequendama:


No muy lejos de aquel abismo, de aquel hotel, de aquellas historias terroríficas, y de tantos "fantasmas" que se encontraban en el Salto del Tequendama yo estaba en una finca que pertenecía a mi abuela, no habían muchas cosas interesantes que hacer allí, muy aburrida decidí junto con mi primo buscar algo entretenido para hacer, así que decidimos subir a aquel lugar del que muchos comentaban suicidios y cosas paranormales solo por diversión.
Cuando llegamos hasta lugar eran eso de las 5:00 pm, inspeccionamos un poco el abismo, empezamos a pensar que si las personas que llegaban a este lugar y resultaban muertas era porque este lugar era muy engañoso, si pisas mal, mueres. Después de jugar un buen rato con mi primo en este ligar decidimos entrar a la gran mansión del Tequendama, entramos sin problema, con un poco de miedo en mis venas y un poco de luz que quedaba antes de que llegara la noche.
No vimos nada interesante, subimos unas grandes escaleras, solo había polvo y suciedad, no entendía cual era el gran temor de todas las personas al entrar en este lugar, pero de un momento a otro escuchamos un gran golpe que provenía de el primer piso,ambos corrimos a ver que sucedía, la puerta se había cerrado, nos quedamos atrapados. Después de dos horas o mas de pedir ayuda, nadie llego, así que sin nada mas que hacer decidimos dormir mientras después pensábamos como salir o esperar a el otro día.
Cuando desperté mi primo no estaba, con mucho temor dentro de mi fui a buscarlo, recorrí cada rincón de esa temorifica mansión y no lo encontré hasta que escuche un ruido que provenía de uno de los cuartos de allí, corrí, pensé que era mi primo, y efectivamente, era el, pero estaba tirado en el suelo lleno de sangre, con una niña al lado de el que solo me miraba y sostenía un carro de juguete azul en su mano.
Rápidamente salí corriendo de allí buscando salir de aquella casa, intente abrir la puerta varias veces pero no funciono así que con el desespero mas grande agarre una silla que había allí y la tire contra una ventana y logre escapar por allí. Llena de miedo y tristeza, llegue a la finca de mi abuela donde se encontraban mis papas y mi abuela preocupados por mi, no sabia que decirles, como explicarles que mi primo estaba muerto en esa horrible mansión. Pero pocos minutos después mi primo salio jugando con el pequeño carro azul que tenia la niña que vi en el Tequendama, se acerco a mi y me pregunto "¿Esa muñeca que tienes en tu mano también te la obsequio ella?", yo jamas tuve una muñeca en mis manos, pero en ese momento supe que estaba equivocada, yo jamas salí de esa casa.

lunes, 17 de marzo de 2014


Mi mejor amiga

Quizás han escuchado muchas historias de terror antes, o visto películas, cosas realmente traumanticas, algunas mejores que otras, les debo confesar que mi gran trauma era, y aun lo es el la pequeña niña del aro, esa que sale por tu televisor y te mata.
Muchas noches vigilaba que de mi televisor no saliera, con el tiempo deje el trauma, ya no era la misma niña tonta que se asustaba por esas cosas, pero un día cambie de opinión, o mejor dicho, alguien hizo que cambiara, ya no era la pequeña Samantha la que me aterrizaba, ahora era mi mejor amiga.
La noche que me quede sola en casa, con mi mascota porque mis papas estaban en el hospital acompañando mi hermano que estaba enfermo, yo, como siempre, estaba en el computador buscando entretenerme, llame a mi mejor amiga por teléfono, hablamos demasiado tiempo , hasta que ella me dijo "¿que es lo que suena hace 30 minutos?", yo no escuche nada durante ese tiempo, le respondí que no escuchaba nada, que debía ser en la casa de ella. Seguimos hablando un largo rato, ella de nuevo pregunto "En serio, ¿que es lo que suena allá? aquí no es nada y no alucino, tienes que mirar que es, tal ves no lo escuchas tu pero yo si". Me dirigí a la sala, no encontré nada extraño, solo que mi perro no estaba, después, en la habitación de mis padres vi a mi perro concentrado mirando el televisor fijamente, el cual estaba apagado, mi mejor amiga me dijo que eso era muy extraño, pues ella había leído que si un animal se concentra por mucho tiempo en un objeto en especifico es una mala señal, me dijo que dejara a mi perro encerrado y que me fuera de allí. A los pocos minutos escuche un gran golpe que venia de la habitación de mis padres, sonó como si hubieran golpeado el televisor.
Me di la vuelta para asegurarme de que no había nada allí, pero estaba mi perro el cual yo había encerrado en la habitación de mis padres. Abrí la puerta y no había nada en la habitación, no sabia que pudo haber causado el ruido, estaba alucinando pensé.
Le dije a mi mejor amiga que me acostaría un rato en la habitación de mis padres para descansar pero que seguiría hablando con ella, me acosté en la cama de mis padres, sentí que algo rojo me callo encima, mire hacia arriba ... Oye, amiga ¿Que haces colgada en el techo?.

Ciudad Sin Luz



¿Hay alguien en tu vida que odies? ¿Alguien por quien darías cualquier cosa para hacerle daño, por quien pagarías cualquier precio a cambio de venganza? Si es así, quizá deberías considerar ir a la Ciudad Sin Luz.
Debes saber que lo que pasa en esta ciudad es inusual, como dice su nombre, no hay ni una gota de luz, ya que allí esta oculto el odio de muchas personas que han visitado esta ciudad para vengarse, solo te preguntare una cosa ¿Estas seguro de que quieres ir a esta cuidad?.

Para ir ahí, ve a cualquier ciudad relativamente grande y busca un callejón abandonado por la noche. Entra en él, y cierra tus ojos lo más fuerte que puedas. Di en voz baja «Ciudad Sin Luz» y concéntrate en la oscuridad. Probablemente has notado que ves colores difuminados y figuras abstractas si enfocas tu vista cuando tienes los ojos cerrados; observa esas imágenes. Luego de unos minutos, deberían empezar a volverse más claras y brillantes.
Cuando esto ocurra, irán tomando formas concretas: imágenes de asesinatos violentos, animales deformados y semejantes. No importa lo que veas, mantén tus ojos cerrados. Comenzarás a perder la noción del tiempo, pero eventualmente las imágenes se detendrán y sólo verás oscuridad absoluta, nada más que un tono negro profundo, sin otros colores ni formas. Cuando estés seguro de que has alcanzado este punto, abre tus ojos.
Ahora te encontrarás en una ciudad bastante oscura, no habrá una sola luz o estrella en el cielo. Deberías poder ver las siluetas azul oscuro de los edificios a tu alrededor. Sal del callejón y camina tan silenciosamente como te sea posible por la acera, sin ir en ninguna dirección en particular.
Si escuchas algún movimiento, aléjate tan rápido como puedas del ruido. En la Ciudad Sin Luz habitan animales. Estará muy oscuro como para distinguir bien sus rasgos, pero son del tamaño de los grandes felinos y matarán a cualquier humano que atrapen. Sigue caminando hasta que llegues a un área con edificios más pequeños; el límite de la ciudad.
Te encontrarás con un niño, cuyo rostro emitirá un débil brillo, permitiéndote ver que no tiene ojos.
Te preguntará, «¿Compartirás tu luz conmigo?».
Di que sí, y el niño acercará sus manos a tu rostro y te sacará tu ojo derecho. Será doloroso, pero esto no te dejará ningún tipo de herida ni sangrarás. Luego te dará las gracias y se irá. Sigue caminando, y un hombre alto aparecerá frente a ti.
«¿La luz de quién deseas tomar?».
Di el nombre de la persona que odias, y tan pronto lo hagas esa persona quedará completa y permanentemente ciega.
«¿Tu odio ha sido satisfecho?», te preguntará el hombre. Si es el caso, di que sí, y despertarás en el callejón. Si la respuesta es negativa, di que no, y el hombre desaparecerá. Sigue caminando. Te encontrarás con otro niño sin ojos.
«¿Compartirás tu luz conmigo?».
Di que sí y te sacará tu ojo izquierdo, dejándote ciego. Sigue caminando y el hombre alto se te aparecerá de nuevo, aunque por supuesto ahora tendrás que depender del sonido de su voz.
«¿La vida de quién deseas que la oscuridad reclame?».
Di el nombre de la persona que odias, y esa persona morirá. No se te preguntará si tu odio ha sido satisfecho esta vez, y no serás capaz de volver al callejón. Te advertí que te aseguraras de que realmente odiabas a alguien antes de hacer esto, porque pasarás el resto de tu vida vagando por la Ciudad Sin Luz, ciego, con sólo tu odio para reconfortarte.
Para algunas personas, eso es suficiente.


lunes, 10 de marzo de 2014

LA VERDADERA HISTORIA DEL GRITO (LA MALDICION), NO TODOS LA CONOCEN...

Kayako Saeki es una joven japonesa, infelizmente casada con Takeo Saeki, que empieza a obsesionarse con Peter Kirk, un profesor estadounidense que trabaja en Japón, por lo que relata sus fantasías y deseos por él en su diario personal además de enviarle continuas cartas de amor sin que Peter sepa de quién se trata. Una noche, Kayako regresa a casa, entra en su dormitorio en el piso superior y encuentra a su marido leyendo su diario personal. Él la mira furiosamente y deja caer el diario en el suelo, camina hacia ella, la carga rasgando sus ropas y la empuja contra la pared. Aunque Kayako intenta liberarse y grita, Takeo la empuja al piso (quebrándole el tobillo en el proceso), golpeando las paredes mientras vocifera y grita. Kayako gatea bajo las escaleras, pero Takeo la toma de la parte inferior de su cuerpo y le fractura el cuello, casi matándola, mientras ella emite un sonido croante. Takeo toma por el cabello a su esposa, arrastrándola hasta el armario de Toshio, donde finalmente muere. Después de esto, Takeo asesina a Toshio (quien había atestiguado todo), el hijo de ambos, ahogándolo junto con su gato. Al ver lo que había hecho, Takeo, desesperado, se cuelga en su habitación, aunque una de las versiones japonesas muestra que lo ahorcó el mismo cabello de Kayako.
Estos asesinatos fueron los causantes de ola ahora película llamada "el grito" o "la maldición", ahora que sabes esto, cuídate de cualquier persona que se te acerque, no todas pueden ser como lo aparentan, ¿o te gustaría acompañar a Kayako Saeki en la pena de su muerte.?
PIÉNSALO.


Un creepipasta reflectivo sobre la red social omegle:

Seguramente todos habréis oído acerca de Omegle: Talk to Strangers. Esa página en donde te conectan aleatoria mente con alguien del mundo y, sin saber nada de él o ella, comienzas una conversación.
El caso es que llevo mucho tiempo en dicha página, encontrándome con lo típico: el que viene y pone “asl” (Age, Sex, Location, la página es en inglés). Como ya estoy harto de contestar a eso, simplemente los trolleo un poco y me desconecto.
Hasta que un día pasó algo distinto. MUY distinto.
Se conectó un Strange y yo ya estaba esperando el asl, cuando coge y pone (la conversación estaba en inglés, pero os la traduzco al español):
Stranger: Hola (3)
Yo pensé, “¿Un 3? ¿Por qué un 3?”, pero el tío o tía no había soltado el infam
e asl, así que le respondí. Luego la cosa fue más o menos así:
You (éste soy yo): Hola
Stranger: Cómo estás? (3)
You: Por qué pones el (3)?
Stranger: Cómo estás? (2)
You: No vas a responderme?
Stranger: Cómo estás? (1)
Ahí ya entendí que era una cuenta regresiva, así que para seguirle el juego, le contesté. La pregunta no volvió a repetirse, simplemente me preguntó por el clima, con el “(3)” detrás de la pregunta, como siempre.
La conversación fue avanzando y al final parecía algo más normal. Seguía poniendo “(3)” detrás de las preguntas y bajaba a “(2)” si no contestaba a la primera, pero al final no me importó.
Tras un buen rato conversando, le dije que me tenía que ir, y que había sido un placer hablar con él o ella (sí, para un@ que encuentro sin el asl, se agradece).
Su respuesta fue lo que me pareció raro:
Stranger: Que tengas un buen día. Puedes mirar detrás de ti.
Y se desconectó.
Al día siguiente se lo conté a un amigo, al cual le fascinan estas cosas raras, y se puso todo emocionado por querer probar lo que pasaría si se quedaba sin números en la cuenta regresiva. Yo sabía que las probabilidades de volver a ver a esa persona serían muy pocas, pero aun así mi amigo insistió en venir a mi casa e intentarlo.
Una vez frente al ordenador, mi amigo se puso al mando del teclado. Entramos en Omegle y comenzó a ir comprobando a la gente, estilo “si preguntan asl, fuera, si dicen hola y nada más, fuera”.
Pasaron muchos conectarse y desconectarse, y al final comencé a aburrirme, hasta que finalmente, y para mi sorpresa, apareció.
Stranger: Hola (3)
Mi amigo, eufórico, comenzó a hablar con él. No dejaba que el número decayera, por alguna razón lo ponía a prueba, hasta que se cansó, y en una pregunta no respondió.
Stranger: Y qué haces para pasar el rato? (3)
Mi amigo no contestó, esperó pacientemente.
Stranger: Y qué haces para pasar el rato? (2)
Nada. Comenzaba a ponerme nervioso. Yo no había dejado que la cuenta regresiva llegara a cero y había recibido aquel mensaje final. A saber qué recibiría mi amigo.
Stranger: Y qué haces para pasar el rato? (1)
Estuve a punto de escribirle para responderle, pero mi amigo me cogió de las manos y, medio arrastrándome, me dejó sobre la cama, diciendo que me quedase quieto, que sólo era una chorrada de internet y que me estaba afectando demasiado.
Me quedé en el sitio en donde él me dejó, sin saber por qué sentía tanta ansiedad. Aunque estaba en mi cama, aún podía ver perfectamente la conversación. El extraño habló de nuevo, su última frase:
Stranger: …que tengas…un buen…día…No mires…detrás de ti…
Y acto seguido se desconectó. Mi amigo se rió ahí mismo, y me miró. Me puso cara de “¿Y por esta tontería estás asustado?”. Iba a replicarle, cuando algo tocó mi cabeza, algo como una mano fría y grande. No miré hacia atrás, más que nada porque la mano sujetaba firmemente mi cabeza; pero pude ver en la expresión de mi amigo una pista de lo que sucedía.
Mi amigo había volteado hacia atrás para verme, y fuera lo que fuese que estaba viendo, no me dejaba mirarle.
Lo siguiente que sentí fue como si me adormilara, y caí dormido.
Lo siguiente que vi fue el techo blanco de mi habitación  en el hospital. Al parecer mi madre nos estuvo llamando tras aquello, y como no respondíamos, fue a vernos y nos encontró a ambos inconscientes… bueno, al menos yo estaba inconsciente.
No quieren decirme qué le ha pasado a mi amigo, simplemente me dicen que no puedo ir a verle. Pero por alguna extraña razón, no me importa.
Como me toca quedarme un par de días por si acaso, le he pedido a mi madre mi portátil. Me la ha traído hoy mismo, y en el hospital hay internet inalámbrico.
Entro en Omegle y me encuentro con un extraño. No sé por qué, hacer esto está muy bien. En realidad, noto que hay algo distinto en mí.
Stranger: Asl?
Sonrío. Mis dedos escriben solos.
You: Hola (3)
Asegúrate de responderme a tiempo…
Que tengas un buen día…