domingo, 20 de abril de 2014

Por favor, abre la puerta

Han pasado tres años desde aquella noche. Yo no debí haber estado ahí, ellos lo sabían. Ese día salí muy temprano a la casa de un amigo, sus padres no estarían y tenía un nuevo videojuego de terror; pasaríamos toda la noche jugando. Ellos lo sabían, yo no debí haber estado ahí esa noche, mi amigo debió estar solo. Ellos lo habían observado por días como hacen siempre y sabían que esa noche estaría solo. Desde el momento en que lo eligieron, no había marcha atrás. Pero tal vez quieras saber quiénes son ellos. Bueno, la verdad… aún no estoy seguro, sigo sin asimilar lo que pasó aquella noche; pero te contaré lo que hasta ahora sé, para que tengas cuidado. Ellos se encuentran en todas partes, en ningún lugar estás exento de ser su víctima. Eligen a una persona, no sé bien cómo o en qué características se basan, pero una vez que te eligen no cambiarán de opinión: te vigilan, te estudian y estudian a todas las personas que conoces. Día tras día te observan cuidadosamente sin que tú te percates de su presencia. Y esperan la noche en que su víctima esté sola, es en ese momento cuando todo empieza. Aquel día llegué alrededor de las 8:00 p.m. a su casa. Sus padres habían salido desde temprano y él había preparado todo lo necesario para pasar jugando toda la noche. Al día siguiente no habría clases, así que yo regresaría a mi casa por la mañana. Pasamos un buen rato jugando, el tiempo pasó tan pronto que cuando nos dimos cuenta ya era la una de la madrugada. Nos habíamos llevado algunos sustos con el juego, así que comenzamos a hacer bromas con la situación; ahí fue cuando todo se puso raro. Empezamos a escuchar ruidos extraños afuera de la habitación, que al principio pensábamos que no era nada importante, e hicimos algunos chistes en relación a lo que jugábamos. “Deben ser los zombis”, nosotros sólo reíamos. Pero nos comenzamos a poner tensos cuando el sonido se oía más claro: eran pisadas, se escuchaban pisadas por todo el pasillo de afuera. —¿Crees que tus padres hayan regresado? —le pregunté, a lo que él respondió que sus padres regresarían hasta el día siguiente, por la tarde. Además, el número de pasos que se escuchaban eran demasiados como para ser sólo sus padres. De pronto, luego de oír todos esos pasos acercándose cada vez más a la puerta, hubo un profundo silencio. —¿Hay alguien afuera?… ¿Quién está ahí? —comenzamos a preguntar, nerviosos. Estábamos seguros de que había alguien afuera, pero esos sonidos… ¿quién podría ser? En la habitación en la que estábamos había una computadora que mi amigo había encendido desde que comenzamos a jugar, era una costumbre suya. Se escuchó un sonido que provenía de ella, un sonido familiar, pero que por el miedo que teníamos en ese momento nos provocó una reacción de sobresalto a ambos. Era sólo un correo electrónico que le había llegado, pues también había dejado la ventana de su correo abierta. Ver esto nos dio algo de sosiego, y hasta reímos un poco; sin embargo, la tensión volvió a nosotros al notar que la dirección de quien lo enviaba era irreconocible, una combinación aleatoria de números y letras. Dudamos abrirlo, pero mi amigo decidió hacerlo. Quedamos completamente paralizados tras leer lo que decía el correo: ”Pase lo que pase, no abras la puerta”. Con tan sólo leer esas palabras, una sensación completamente rara invadió mi corazón. En ese momento realmente sentía pánico, pero el mensaje decía más. ”Ellos están afuera. Por favor, hagas lo que hagas, escuches lo que escuches, no abras la puerta. Intentarán convencerte de que lo hagas, tienen muchos métodos; pueden fingir ser alguien que conoces, un familiar, un amigo, y sus voces sonarán igual. Tal vez te pidan ayuda, te dirán que están lastimados, te suplicarán que abras la puerta. Pero escuches lo que escuches esta noche, no abras. Trata de ignorarlos, trata de dormir, mañana todo estará bien. Ellos jugarán con tu mente; no lo permitas. Por favor, créeme, ¡no abras la puerta!”. Cuando terminamos de leer yo no sabía qué pensar. Tal vez era una broma tonta de alguien, tal vez incluso era mi amigo quien me jugaba una broma… pero él tenia esa expresión, estaba tan asustado como yo, lo pude sentir. Ahora sabíamos que había alguien ahí afuera, tras la puerta. De pronto, llegó el momento más aterrador que nos pudimos esperar; en ese instante un escalofrió recorrió todo mi cuerpo y me dejó paralizado. Una voz se escuchó, provenía de atrás de la puerta. Mi amigo estaba seguro y yo lo puedo corroborar: la voz era la de su madre. —Hijo por favor ábreme, tu padre y yo tuvimos un accidente en el auto, estamos muy lastimados… por favor, abre, ayúdanos. —Al escuchar esto mi amigo sólo retrocedió un paso. Aún puedo recordar esa expresión en su rostro, estaba en shock. Estoy seguro de que ninguno de los dos lo creíamos ni sabíamos qué hacer. —Hijo por favor, abre, ¿qué esperas? Necesitamos tu ayuda… —Sin lugar a dudas, ésa era la voz de su padre. Eran las voces moribundas de sus padres tras la puerta, clamando por ayuda. Mi amigo y yo permanecimos sin reacción por algunos segundos, después él se volteó lentamente, y me dijo: —Esos realmente son mis padres. Necesitan ayuda, abriré la puerta. Se propuso dirigirse hacia la puerta, pero lo detuve. —Recuerda el correo, lo que nos dijo que pasaría, ¿no se te hace extraño?, ¿qué tal si es verdad y ellos no son tus padres? —Él lo único que hizo fue hacer que lo soltara. “No digas tonterías”, me dijo. “Tú los escuchaste, ésas eran las voces de mis padres. El correo debe de ser una estúpida coincidencia”. Se dirigió a la puerta sin que pudiera hacer nada. La verdad, no sé qué me hizo hacerlo, pudo ser el miedo que me invadía… pero al verlo dirigirse a la puerta, lo único que pensé fue correr hacia el armario en donde mi amigo guardaba algunas de sus cosas y esconderme ahí. No sabía lo que pasaría, pero en verdad tenía miedo. Lo que escuché a continuación aún no lo olvido, y hasta el día de hoy tengo pesadillas con ello. Él abrió la puerta, y después sólo pude escuchar sus gritos. Eran unos gritos desgarrantes, llenos de dolor y terror; yo no pude hacer nada más que permanecer inmóvil, hasta que después de unas horas me quedé dormido. Al despertar por la mañana, me extrañó ver el lugar en que me encontraba, y luego lo recordé todo. Salí del armario y en la habitación no había nadie. Noté de inmediato que ya era de día y que la puerta estaba abierta, así que decidí salir. Busqué por toda la casa esperando encontrarlo y que me dijera que todo había sido una broma, pero mi amigo no estaba. En la tarde llegaron sus padres y les conté lo sucedido, llamaron a la policía y lo buscaron por días, pero él nunca apareció. El correo que le había llegado esa noche también desapareció, y para ser honesto creo que nadie creyó nada de lo que les había contado. Aunque… no importa que nadie me creyera, yo sé lo que pasó esa noche y sé que ellos estaban ahí afuera. También sé que no debí haber estado ahí, que no debería saber que ellos existen. Aún no sé por qué lo hacen, creo que sólo tratan de divertirse con las personas, con su pánico… alguna especie de juego. Cada día lo analizo y trato de aprender más de ellos; sé que sólo llegan en la noche y que pueden imitar cualquier voz, que si no abres la puerta se irán y también creo que siempre recibirás ese extraño mensaje de advertencia, debe ser parte de su macabro juego. No debí estar ahí ese día, y no debería saber que ellos existen. Sé que algún día regresaran por mí, pero pase lo que pase, no abriré la puerta. + Por favor, abre la puerta | Creepypasta en español http://creepypastas.com/por-favor-abre-la-puerta.html#ixzz2zSWDEn8z Follow us: @Creepypastas on Twitter | Creepypastas on Facebook

miércoles, 16 de abril de 2014

Hola, mi nombre es Sara.

Estaba sola en mi casa, como de costumbre. Recién llegaba de la escuela, almorce, me sente a ver tv por un rato, todo normal, así que decidí sentarme por un momento en el pc para postear una nueva entrada en mi blog, todo normal, revise mi blog, pero esta ves aparte de varios G+ habia un comentario una de estas entradas decía "Hola, mi nombre es Sara.",sobra decir que yo tambien me llamo Sara,se me hizo demaciado extraño, y me dio algo de temor, no comento nada sobre el tema de la entrada solo eso. No preste mucha atención. La mañana siguiente (sabado) entre de nuevo a mirar mi blog, pero en mi cuenta de google aparecia "Sara te a añadido a tus círculos", así que procedi a ver su perfil, aparecia una foto muy extraña, donde se veia una niña de espaldas con una bata puesta en frente de un espejo, pero no se veia su cara, eso fue lo más extraño. No dormí pensando en quien podía ser ella, se que para muchos es normal que te agregues y esas cosas, pero ¿porque comento eso? ¿que quería de mi?, no se, pero pronto lo descubriria. Empece a investigar de donde podria ser aquella niña, no pude hallar mucha información, solo logre llegar a saber que ella tenia 14 años al igual que yo. Pasaron los días y ya habia posteado un par de historias y creepys en mi blog, y de nuevo, en uno de ellos estaba un comentario "Hola, mi nombre es Sara", sentí un frió inmenso por todo mi cuerpo en ese momento, sabia que no era solo una broma, algo serio pasaba con esa niña. Al otro día tenia un email en mi cuenta de google, era de ella, senti curiosidad y a la ves temor de lo que pudiera contener aquel mensaje, pero lo abri, no contenía nada más que una dirección, todo era muy extraño, pero queria saber donde quedaba el lugar de esa dirección, así que investigue. Pasaron los días, hasta que por fin pude saber de que lugar era la dirección, era de una casa grande,queda a unas cuadras de la mía, pero no estaba habitada, estaba solo las ruinas de aquella casa, la historia de esta decia que una familia muy alegre y conocida por todo el barrio, todos se llevaban muy bien con esta gente. Un día, la hija mayor de aquella familia llego de su entrenamiento, no habia nadie en casa, tambien tenia un blog, posteo unos cuantos creepys y luego se acosto un rato para descansar. Ocurrio una fuga de gas mientras ella dormía, no lo noto, su casa empezo a incendiarce, ella desperto pero ya era tarde, su cama estaba rodeada de fuego, murió, hace 4 años. Encontre una foto de ella, estoy aterrada, acabo de descubrir algo. Yo, soy Sara.

martes, 15 de abril de 2014

Yo soy el reflejo de Thomas. Cada mañana, Thomas se levanta y entra en el cuarto de baño. …Y hace muecas. Estoy tan cansado de las muecas. Las hace por lo menos durante media hora. Muecas burlonas, ridículas. No tengo más remedio que imitar todas sus acciones, aunque por dentro estoy hirviendo de ira. Él hace esto todos los días… bueno, lo hacía. Una mañana se despertó como de costumbre, y entró en el cuarto de baño. Esa mañana, involuntariamente, cogió unas tijeras. Esa mañana, involuntariamente, apretó fuertemente las tijeras y las alzó. …Esa mañana, totalmente en contra de su voluntad, Thomas se clavó con fuerza las tijeras directamente en su ojo derecho. Thomas gritó y gritó. Yo gritaba y gritaba, con una diferencia. Yo no puedo imitar su dolor. Sólo su rostro.

lunes, 7 de abril de 2014

Otro creepy para tu facebook.

Este es el caso de Diego Gomez Claus. Según los antecedentes sucedió en el recién pasado mes de diciembre (año 2011). Durante una tarde de aquel mes este muchacho sorpresivamente le envió un mensaje a través del chat de facebook a uno de sus mejores amigos de la escuela de nombre Sebastian (digo sorpresivamente porque aquel día Diego no había ido a la escuela y Sebastián no esperaba encontrarlo conectado a Internet en la tarde), el mensaje decía “ven a verme“. Sebastían le saludó a través del chat y le preguntó que le pasaba, pasaron 5 minutos, luego 10, luego veinte y no hubo respuesta. Finalmente el muchacho movido por la curiosidad y por la extrañeza de que Diego no contestara, salió de su casa y fue en bicicleta a casa de Diego para ver que sucedía, ambos no vivian a más de 15 cuadras de distancia el uno del otro. Sebastián llegó a casa de su amigo, la reja del antejardín estaba sin llave como era de costumbre, entró y quiso llamar a la puerta y ahí se dio cuenta de que esta permanecía solo entreabierta. El chico entró con cautela, y la imagen que vio jamás creo la podrá sacar de su mente, allí en la sala se encontraban 3 cuerpos colgados (el de Diego y sus dos padres) los tres muertos ahorcados. La policía cuando llegó comprobó que alguien había salido anteriormente por la puerta de la cocina, presuntamente el asesino. La teoría del suicidio grupal fue desechada solo por el testimonio de los testigos cercanos a la familia quienes no aceptaban que se les atribuyera semejante acto, pues eran una familia muy feliz sin ninguna clase de problemas. Si fue un asesino… ¿como logró someter a las 3 víctimas?, ¿porque las ahorcó?, ¿porque no robo nada de la casa? Todas esas interrogantes continúan hoy siendo parte de la investigación. Sebastián en cambio, no se explica cuando o en que momento fue que su amigo le escribió por facebook el mensaje “ven a verme“. Pasaron alrededor de 40 minutos entre el mensaje y la llegada de Sebastián a la casa de Diego, tiempo suficiente quizás para ahorcarse, pero ¿porqué motivo?, el notebook que utilizaba la familia se encontraba apagado según los peritajes hechos por la policía. ¿escribió el mensaje y luego fue a ahorcarse?, ¿estaba conectado a Internet justo en el momento en que un asesino entró a la casa, y luego el criminal apagó el notebook y no se lo robó?, ¿porqué justo Diego había faltado a clases aquel día? Son muchas las interrogantes y quizás esta historia no sería mas que un singular suceso policial si no fuera porque a los tres días después de esto, Sofía (una amiga en común de ambos chicos) vio a Diego Gomez Claus conectado en Facebook, ya saben, con el circulito verde junto al nombre. Fue una visión fugaz y se lo comentó a todos los compañeros de clases en la escuela al cuarto día, luego sin explicación aparente, Sofía falleció en el quinto día en su casa producto de un ataque al corazón. A partir de aquel trágico incidente la historia se convirtió en una suerte de Creepypasta…. si ves al usuario Diego Gomez Claus conectado al facebook, en tan solo 24 horas te acontecerá la desgracia.